Invite a los ácidos grasos esenciales Omega-3 a su dieta, son buenos para el corazón, el cerebro, la piel, el peso y la salud en general.
Nuestro cerebro está compuesto en un 60 por ciento por grasas, o más concretamente ácidos grasos. Son esenciales para la salud de las células cerebrales. Las grasas buenas previenen la acumulación de colesterol en nuestras arterias, construyen células fuertes, fortalecen las paredes arteriales y ayudan a crear las hormonas necesarias, y mucho más. La grasa de los aceites de alta calidad y los alimentos integrales se utilizan para ayudar a nuestro cuerpo a mantener el metabolismo estable, nutrir nuestra piel, cabello y uñas.
Algunas de las grasas saludables incluyen aceite de oliva extra virgen, aceite de coco, aceite de sésamo sin refinar, manteca de cerdo, ghee (mantequilla clarificada), nueces y semillas enteras o mantequilla de nueces, las grasas en alimentos integrales como el aguacate, cocos y la alta calidad aceite en pescados de agua fría como el salmón y el atún. Todo el pescado es rico en proteínas y bajo en grasas saturadas. El pescado azul proporciona ácidos grasos omega-3 (salmón de Alaska, bacalao negro de Alaska y sardinas enlatadas). Disfrute del pescado a la parrilla o al vapor tres veces por semana para obtener una porción saludable de grasas increíbles.
Para saltear y hornear a altas temperaturas, use mantequilla real, ghee y aceite de coco (productos antiguos) porque no se descomponen con el calor extremo. Cuando saltee y cocine en la estufa a temperaturas moderadas, pruebe con ghee. Ghee reduce el colesterol, rico en vitaminas A, D y K. Pruebe la riqueza del ghee en brócoli y papas.
Los aceites de nueces y semillas, como el aceite de sésamo tostado, el aceite de lino, el aceite de nuez, el aceite de semilla de calabaza y el aceite de almendras, se usan mejor sin calentar. El aceite de semilla de calabaza es mi favorito personal. Rocíelos en ensaladas, verduras o granos justo antes de servir. Nunca caliente aceite de semilla de lino o aceite de sésamo tostado. El aceite de sésamo es saludable y sabe muy bien. La manteca de cerdo proporciona una muy buena fuente de grasa pura. La canola tiene un alto contenido de grasas no saturadas, incluidos los ácidos grasos Omega-3. Los aceites vegetales, de maíz y de girasol también son buenos. El aceite de oliva tiene beneficios para la piel, el corazón, la presión arterial y el bienestar mental. Pruebe con un trozo de pan integral o galletas saladas con aceite de oliva por encima. Rebane el ajo, el pepino, el tomate, la rúcula y espolvoree sal marina y pimienta encima. Sabe muy bien. Puede ser una buena merienda o una pequeña cena.
Las grasas y aceites curativos, ya sea que se encuentren en los alimentos o se utilicen para cocinar, son una fuente importante de combustible en una dieta bien balanceada. Nuestros cuerpos necesitan grasa para aislarnos y mantenernos calientes, y para proteger y mantener nuestros órganos en su lugar. La grasa juega un papel complejo en nuestra salud. Mejora la función general de los órganos y mantiene el cerebro en forma.
Experimente con grasas y aceites fabulosos. Todo con moderación: la regla de oro.